Los riesgos por rayos son accidentes fortuitos ocurridos por descargas eléctricas de la atmósfera. Los rayos son especialmente dañinos para las personas y para las propiedades si se dan las condiciones ideales para atraerlos.
Por ejemplo, en el caso de las personas, exponerse en un descampado abierto, estar mojados, no estar calzados con zapatos de goma que funcionen como aislantes del suelo y portar objetos metálicos y punzantes que funcionan como puntos de convergencia de las cargas eléctricas de la atmósfera.
Coches y viviendas
Los medios de transporte más seguros para evitar los riesgos por rayos son los coches y las aeronaves. No obstante, nunca hay que dejar de consultar los seguros de coche y ver la letra pequeña y qué es lo que considera la compañía aseguradora en los casos de los riesgos por rayos.
En el caso de las viviendas, la seguridad para las personas es alta. Sobre todo si no hay corrientes de aire y se cierran las ventanas en el momento en el que la atmósfera está cargada eléctricamente, en especial durante una tormenta o en los momentos previos a ella. Los especialistas aseguran que las corrientes de aire atraen los rayos y más si ese aire está cargado eléctricamente.
Por esa razón, resulta recomendable guarecerse de una tormenta en una vivienda cerrada. Y como comentábamos más arriba, no deje de ver qué es lo que dicen sus seguros, por ejemplo, la póliza de seguro de la vivienda sobre los riesgos por rayos.
Y algo que ha de tener en cuenta en este sentido, el Consorcio de Compensación de Seguros, que es el que atiende los casos, por ejemplo de seguros de hogar que se someten a reclamaciones contra las aseguradoras, no incluyen los riesgos por rayos, como tampoco los desperfectos ocasionados por caídas de granizo.
Protéjase de los riesgos por rayos, con sentido común, pero también una póliza de seguro de vivienda o con seguros de coche que cubran esos casos.
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