La mordedura a una persona, accidental o intencionada, protagonizada por un adulto agresivo o por un niño y en una rabieta descontrolada, pueden incluirse entre los seguros de accidente. Doméstico o laboral.

  

Son los casos de personas que atienden a enfermos con trastornos mentales, monitores que colaboran en actividades con niños y no tan niños. Candidatos a los seguros de accidente que incluyen la mordedura de una persona.

Las mordeduras de una persona pueden generar lesiones más o menos graves. Pueden proporcionar daños en la piel, pero también ir más lejos y afectar a tendones, a músculos, a las articulaciones y a su movilidad, al torrente sanguineo, al sistema nervioso y, en el peor de los casos, pueden generar amputaciones de miembros.

Por no decir el problema añadido que supone una herida en la piel y las infecciones consiguientes. Porque no sabemos si lo sabe, que los dientes pueden ser un vector para introducir patógenos en nuestro organismo.

Mordeduras de niños

Las mordeduras de los niños suelen ser leves. Se producen entre los tres y cuatro años. Se trata de un comportamiento habitual que el tiempo y la madurez del niño van haciendo desaparecer. Las mordeduras de adultos pueden ser intencionadas, como comentábamos, pero también ser fortuitas, por ejemplo, en el desarrollo de deportes de contacto.

En las mordeduras en los niños es poco frecuente que dejen secuelas, en el caso de los adultos, hay algunas físicas, que también comentábamos más arriba, que pueden restar, además, movilidad a la parte del cuerpo afectada, por ejemplo, un dedo, o feas cicatrices, que, en ese caso podrían abrir la puerta a afecciones psicológicas según el impacto producido sobre el individuo.

En el peor de los casos, y como consecuencia de agresiones físicas, se puede estar hablando incluso de estrés postraumático. En los seguros de accidente, el baremo que que se aplica para estos casos es muy similar al de los accidentes de circulación.

Si usted se ve inmerso en este tipo de mordeduras no accidentales, intente tapar la hemorragia si existe, lave la herida con jabón y acuda a un centro sanitario y haga una foto de la herida para que pueda incluirla como prueba, junto al atestado médico, en cualquier reclamación posterior.