Los seguros cinegéticos son pólizas con las que se aseguran las responsabilidades de los conductores de los vehículos cuando se ven envueltos en los atropellos de animales pertenecientes a cotos privados de caza. Y en todas sus circunstancias.
Oficialmente, en 2012 hubo 414 accidentes fortuitos con animales procedentes de cotos, aunque otros análisis se refieren hasta 20.000 los accidentes anuales con animales en España.
Los seguros cinegéticos tienen ahora más sentido que nunca al haber cambiado la normativa que afectaba a los cotos de caza. Hasta hace poco, los titulares de los cotos de caza eran los responsables de los atropellos a los animales.
Debían pagar los gastos de los desperfectos causados a los vehículos, si se demostraba que los animales habían sido muertos fuera de las zonas acotadas. El conductor sólo era obligado a pagar si se demostraba que había contravenido una norma.
Ahora es el titular del coche implicado el que debe pagar por la muerte del animal u otros desperfectos siga o no las normas. Se trata de una condición que ha tenido en cuenta la opinión de los colectivos de cazadores que veían como los titulares de los cotos de caza tenían que contratar seguros adicionales para asegurar una respuesta económica a las posibles demandas.
Salvedad temporal
La única salvedad en la aplicación de la normativa contaria a los conductores es el momento preciso en e que se produce el atropello. Si es dentro de las doce horas posteriores a la montería, el conductor tiene responsabilidades en el acto, si es después de ese tiempo, no.
Algo que repercutía, a su vez, en los precios que tenían que pagar los cazadores por el uso de los derechos de caza en las monterías.
Por tanto, los seguros cinegéticos son más necesarios ahora que nunca para los conductores que frecuenten áreas de caza y como complementos particulares a sus pólizas.