Seguramente se ha preguntado más de una vez a la hora de elegir coberturas para el seguro de automóvil qué es lo que debe añadir a la póliza para salvar cualquier imprevisto. Ya sabe, robos, roturas de lunas, retiradas de carné de conducir, defensa jurídica…
Cada propietario tiene sus preferencias y las opciones para elegir coberturas son muchas, y combinables entre sí, según las ofertas de cada compañía aseguradora.
Sin embargo, sí hay dos condiciones que hay que tener en cuenta para hacer una buena elección con el seguro del coche. Una, es el papel del mediador de seguros, que sabrá elaborar un presupuesto personalizado según tus necesidades. A pesar de lo que pudiera pensarse, su intervención no añade un sobrecoste a la póliza y es una ventaja inestimable.
La segunda tiene que ver con el propio vehículo, con su antigüedad. Se trata de una condición que repercute económicamente en las valoraciones de protección de la póliza y en el gasto por ese concepto a lo largo de la vida y el historial de reparaciones del vehículo.
Las pólizas más completas son las de todo riesgo, con franquicia o sin franquicia, es decir, con un límite en cuanto a gastos por coberturas, o sin él. Bajo determinadas condiciones contractuales, la póliza todo riesgo permite incluso que se pueda recuperar el gasto realizado por la compra del vehículo, tanto si ha sido robado como si ha sufrido siniestro total.
Los especialistas en seguros de auto aconsejan coberturas todo riesgo para los primeros tres años de uso del coche particular. Las indemnizaciones en este periodo de tiempo son ‘venales’, el precio se establece en función del desgaste y sobre la antigüedad del vehículo. Al cuarto año, la póliza a todo riesgo puede no resultar tan económica. Entre otras razones, porque las reparaciones que se efectúan sobre vehículos que no son nuevos acaban repercutiendo en las pólizas y aumentando su coste.
Otro dato a tener en cuenta y para valorar, sólo en contadas ocasiones se puede obtener una cobertura del 100% por pérdida de vehículo cuando el coche ha superado los dos años de circulación.
Una solución para mantener la cobertura a todo riesgo para automóviles con más de tres o cuatro años es negociar una franquicia que se ajuste a nuestras expectativas de gasto y contemplando cuánto podemos asumir de las reparaciones de un coche que está dejando de ser nuevo.
Estudie las opciones de seguros de automóvil a todo riesgo y modifique coberturas y franquicias para conseguir un equilibrio con lo que quiere gastar cada año en la póliza y con lo que le demandará su coche para seguir siendo su medio de transporte personal y preferente.